Scleroderma areolatum Ehernb


Se trata de una Scleroderma verrucosum, pero con pie menos marcado y esporas más grandes, espinosas y no reticuladas. Gleba marrón. VER DESCRIPCIÓN COMPLETA.


La parte fértil, himenio o gleba, ocupa toda la parte interna del carpóforo, salvo el pie, púrpura con venas blancas. En la madurez todo se vuelve púrpura oscuro y pulverulento y sale todo por una abertura apical irregular.



La gleba o himenio está formado por un conjunto de hifas reticuladas entre las cuales se forman las esporas. 

Las hifas de la gleba son finas, muy retorcidas y ramificadas, con tabiques desprovistos de fíbulas y paredes gruesas.


Entre las hifas de la gleba se forman gran cantidad de esporas marrones oscuras al microscopio, pero marrón púrpuras en masa que hacen que la gleba toma primero una coloración púrpura y luego marrón y pulverulenta.





Las esporas son esféricas, marrones, con superficie recubierta de fuertes espinas que superan las 2 micras de largo y de gran tamaño, de 11 a 13 micras.


Superficie externa o peridio externo, al principio cuarteada en escamas marrones o marrón ocráceas entre las cuales aparece una superficie blanca o rosada que forma como un marco alrededor de cada escama, areolado.

El peridio, de consistencia coriácea y tenaz,  presenta un grosor de hasta 2 mm y de una coloración blanca, amarillenta, crema o en algunos casos se oxida y enrojece ligeramente.


En una sección transversal de la capa superficial del peridio externo se aprecia una estructura de hifas entremezcladas con las más externas fuertemente pigmentadas y algunas erectas forman las escamas que se van desprendiendo en la madurez.

Esta cubierta o peridio externo está constituido por hifas filamentosas muy irregulares en su grosor y fuertemente retorcidas y entrelazadas por lo que dan lugar a una cubierta muy coriácea y tenaz.

Las hifas observadas con rojo congo dejan ver tabiques dispersos desprovistos de fíbulas y con pigmento extracelular que se va haciendo más abundante hacia la superficie del carpóforo.

Las hifas más superficiales se van deteriorando, se vuelven más marrones y se van desprendiendo de la parte interna más compacta.

Las hifas más externas tienen a ser algo más gruesas que las internas y se deterioran con más rapidez desprendiéndose en forma de escamas.

Las hifas superficiales que forman el peridio externo se deterioran, su vuelven marrón ocráceas y se desprenden.