Rhodotus palmatus (Bull. ex Fr.)R.Mre.



Seta muy rara de tocones o troncos muertos de chopo, abedules u otras especies de caducifolios, con sombrero convexo y con los bordes muy enrollados, con superficie seca o muy ligeramente viscosa que se separa en forma de una fina capa y deja ver una bella coloración encarnada o rosa-anaranjada que al desecarse se cuartea en una amplia malla. VER DESCRIPCIÓN COMPLETA


La superficie del sombrero es lisa, de un precioso rosa aurora, rosa encarnado o rosa anaranjado, algo más oscuro en el centro y con la edad surcado e higrófano en el borde.


Al principio en tiempo húmedo presenta una típica cuadrícula como consecuencia de la hidratación irregular formando como un mosaico debido a la presencia de una capa superior gruesa que se levanta como una capa de gelatina.


Si observamos una sección de la superficie del sombrero vemos unas hifas filamentosas que se separan mucho en la preparación debido a la presencia de mucílago que se hincha con el agua y una capa superficial, a la izquierda de la foto, netamente diferenciada del resto.


La capa superficial del sombrero vemos que está formada por terminaciones de hifas globulosas lo que da lugar a una superficie muy lisa, uniforme, sin fibrillas y claramente cuarteable.


Vemos en detalle las terminaciones de las hifas que se hinchan como una pera o balón en la extremidad y que carecen de cohesión lateral entre sí por lo que la superficie de la seta se cuarte con facilidad.

Observadas en rojo congo se aprecia mejor cómo las hifas subcuticulares finas y de tipo filamentosa al llegar a la superficie se hacen más nodulosas y terminan en la superficie en forma de pera, balón o en algún caso biberón con una pequeña tetina.


Por debajo de esta capa celulósica de hifas esféricas o piriformes desarrolla una gruesa capa de hifas filamentosas, entremezcladas y fuertemente gelificadas que se engorda mucho cuando atrapa agua y encerrada por la capa celulósica externa cuando se deshidrata da lugar a esas figuras cuadriculadas y tan espectaculares.


Hacia el interior del sombrero las hifas se van haciendo más compactas y menos gelatinizadas.


Detalle de las hifas en agua y en rojo congo donde se aprecia la presencia de fíbulas en los tabiques de separación de células.


Himenio bajo el sombrero formado por láminas y lamélulas ventrudas y escotadas, medianamente apretadas, de la misma coloración salmón del resto del carpóforo y con arista lisa.


Una sección transversal del extremo de una lámina deja ver un neto contraste entre la estructura o trama interna de la lámina formada por hifas más o menos paralelas e incoloras y la parte externa, que da a las caras, formada por las extremidades fértiles de las hifas a excepción del extremo a arista que aparece como deshilachado.


En el extremo de las láminas o arista las hifas terminan dando lugar a elementos estériles, cistidios o queilocistidios que no producen esporas.


Estos cistidios son fusiformes o lanceoladas, muy alargados y ligeramente ventrudos, con terminación apuntada o muy ligeramente claviforme.

 
El interior o trama de las láminas está constituida por hifas filamentosas dispuestas más o menos paralelas a la superficie y no muy apretadas por lo que dan lugar a unas láminas gruesas y relativamente blandas.


Detalle de las hifas de la trama, estrechas, alargadas y con tabiques provistos de abultamientos, fíbulas.


En rojo congo se identifican mejor las hifas, muy espaciadas y con fíbulas en los tabiques de separación de células.


Estas hifas de la trama emergen de manera perpendicular a la superficie dando lugar a elementos en forma de cachiporra que son los basidiolos que prácticamente tapizan toda la superficie de las caras de las láminas.


Detalle de las hifas de la trama transformándose en la extremidad en basidiolos.


Estos basidiolos en la madurez se convierten en basidios, ensanchan en la extremidad y producen cuatro pequeñas prolongaciones, los esterigmatos, en cuya extremidad se van desarrollando las esporas.


Se producen gran cantidad de esporas casi incoloras o verdosas al microscopio, pero rosas en masa.


Las esporas son esféricas con paredes recubiertas de gruesas verrugas o espinas bajas y un grueso y corto apículo por donde se sujetaban al basidio.


Observadas en azul cotón se destacan mejor las verrugas de la pared y sobre todo el apículo.


Pie muy corto, consistente y con superficie lisa, rosada y muy delicadamente recubierta de fibrillas o una corta pilosidad blanquecina.


Una sección de la superficie del pie observada en rojo congo muestra en la parte superior la estructura de la carne del pie, filamentosa y muy compacta y en la parte baja la superficie en donde emergen muchas terminaciones hifales filamentosas que dan lugar a la pilosidad y las fibrillas que se aprecian a simple vista.


La trama o carne del pie está formada por hifas filamentosas, paralelas y muy apretadas por lo que dan lugar a un pie compacto y muy consistente.


Sin embargo hacia la superficie las hifas son más finas, más retorcidas e incluso un poco nodulosas y producen terminaciones emergentes en forma de pelos blanquecinos que retienen humedad y le dan un aspecto un poco velloso.