Lycoperdon excipuliforme (Scop.) Pers.



Cuesco de lobo o bejín de mediano a gran porte en forma de pera con largo pie, con su superficie lisa en la madurez y apertura amplia e irregular que termina abriendo en amplia copa. 


La parte fértil o gleba ocupa toda la parte interna superior del carpóforo y en la madurez constituye una masa esponjosa y pulverulenta marrón verdosa.



El polvo que impregna la masa interna está constituido por esporas globosas o esféricas en grandes cantidades.


Las esporas ocráceas al microscopio y marrón verdosas en masa presentan paredes cubiertas con grandes verrugas aisladas.



Toda la masa esporal se encuentra englobada en una masa algodonosa formada por filamentos marrón verdosos, el capillicio que proceden de la base del carpóforo.



El capillicio en su mayoría está constituido por filamentos poco ramificados y que forman como una estructura para sostener las esporas y facilitar su dispersión.



Está formado por filamentos ramificados, marrones, sin tabiques, de paredes gruesas y provistos ocasionalmente de poros circulares, de 3 a 4 micras de diámetro.


Toda esta masa de esporas se encuentra protegida por una doble pared el peridio, del cual la capa externa o peridio externa se desprenden en forma de pequeñas escamillas blancas y queda el peridio interno que se abre en la madurez por la parte superior dejando salir las esporas.


Una sección del peridio teñida con rojo congo nos muestra una estructura celulósica, formada completamente por células globulosas que hacia la parte externa (arriba de a foto) emergen en formas más alargadas.


Un detalle de la membrana que protege a las esporas nos muestra su estructura celulósica que en la madurez facilita que las células globulosas se rompan y se separen terminando de disgregarse completamente y dejando salir las esporas.


Esta capa celulósica muy compacta por su parte externa está rodeada por otras capa más himeniforme, con células de las hifas piriformes, cilíndricas o subglobulosas.


Estas hifas incoloras forman el peridio externo que dada esta estructura tan frágil se desprenden fácilmente en forma de escamillas.



Hifas del peridio externo con células globulosas que se parten muy fácilmente y se sueltan de la pared interna de células más compactas.




Todo el carpóforo está sostenido por un pie más consistente y ligero que no se disgrega fácilmente y que tarda mucho en desaparecen incluso cuando se han perdido todas las esporas que había en la parte superior, la gleba.




Un detalle de la trama del pie se ve formada por hifas verdosas, de paredes gruesas, sin tabiques y pocas ramificaciones de las que proceden los filamentos que forman el capillicio.