Hongo que forma unas cortezas negras sobre ramas de árboles caducifolios, sobre todo hayas, de aproximadamente 1 mm de grosor, amplias y de formas poco definidas, con superficie muy finamente punteada.
Una sección transversas de las cortezas negras o estromas permite ver unos huecos que corresponden a los peritecios vacíos y viejos.
Una sección de un hueco o peritecio no abierto o inmaduro muestra en el interior unas estructuras incoloras y filamentosas que son los elementos fértiles del hongo.
Una vista detallada y teñida con rojo congo permite ver unas células basales claviformes a piriformes que corresponden a las células madres de las ascas.
Aquí vemos algunas células madres y otras ascas en distinto estado de desarrollo.
Una vez maduras las ascas se producen en gran número dentro de los peritecios, son alargadas, al principio fusiformes y progresivamente ensanchadas hacia la extremidad.
Entre las ascas se aprecian también un gran número de filamentos finos y flexuosos que son los parafisos cuya misión es colaborar en la dispersión de las esporas.
Las ascas maduras contienen 8 esporas en dos series que salen por un poro apical con un pequeño anillo no amiloide.
Ascas maduras con el poro apical por donde salen las esporas.
Ascas que al vaciarse queda el poro saliente como una pequeña mama.
Se producen gran cantidad de esporas estrechas y curvadas, con pequeñas gotitas en ambas extremidades.