Cortinarius elegantior (Fr.) Fr.



Cortinario de carrascales y encinares, con sombrero marrón rojizo con escamas más oscuras, pie provisto de bulbo marginado y láminas, carne y pie de coloración amarillenta más o menos viva que no reacciona a las bases fuertes. VERDESCRIPCIÓN COMPLETA.



Bajo el sombrero se encuentra el himenio formado por láminas y lamélulas bastante gruesas y apretadas, fuertemente escotadas junto al pie, al principio amarillas o amarillo verdosas pero enseguida pasan a marrón ocráceas o marrón rojizas por las esporas.


Una sección transversal de una lámina muestra el interior o trama de la lámina de una estructura regular, formada por hifas incoloras, filamentosas, con hifas delgadas y dispuestas más o menos paralelas que hacia las superficies, las caras emergen dando lugar a las estructuras fértiles, los basidios y basidiolos.


Detalle de las trama formada por hifas filamentosas, paralelas, con fíbulas en los tabiques y dispuestas de manera muy compacta y apretada para dar lugar a unas laminillas bastante consistentes.


Hacia la superficie de las caras las hifas terminan en unas estructuras claviformes que son los basidiolos que al madurar se convierten en basidios.


En rojo congo se aprecia mejor su contenido vacuolas y los cuatro esterigmatos que producen en su extremidad.


En la extremidad de los esterigmatos se van desarrollando las esporas que empiezan como pequeños abultamientos incoloros y terminan formándose esporas muy coloreadas.


Detalle de una cara de láminas completamente tapizada de basidiolos inmaduros y basidios maduros con innumerables esporas libres.


En toda la superficie de las láminas se forman gran cantidad de esporas ocráceas al microscopio y marrón ocráceas u ocre rojiza en masa que tiñen las láminas de los carpóforos maduros enmascarando su color original amarillento o amarillo verdoso.


Las esporas son almendradas aunque no muy  papiladas, con paredes fuertemente verrugosas, contienen una gruesa vacuola en su interior y presenta un saliente en uno de los extremos que es el apículo por donde se sujetaban al basidio.


El borde de las láminas o arista en este caso es similar a las caras, arista homomorfa, tapizada de basidiolos y basidios.


Superficie del sombrero marrón rojiza, lisa y viscosa, en general con arcilla, hojas o restos adheridos, con escamas más oscuras en el centro, algo decolorado hacia los bordes, pero no amarillo, y con fibrillas radiales más oscuras y evidentes hacia los bordes.


Una sección de la superficie del sombrero muestra la cutícula filamentosa formada por una gruesa capa de hifas muy entremezcladas, de las cuales las superficiales están fuertemente gelificadas, es decir impregandas de una sustancia mucosa que atrapan agua y se hincha con lo que las hifas se separan y aparentemente se erizan.


Todas las hifas presentan paredes muy incrustadas con pigmentos ocráceos que en potasa se aprecian verdosos que son responsables de la coloración del sombrero.


Las hifas más superficiales y que se observan más sueltas por la gelificación presentan y tabiques con abultamientos que son las fíbulas.


Las más externas, a la izquierda de la foto, presentan menos pigmentos ocráceos que las más internas, posiblemente decolorados por la propia humedad.


Detalle de las hifas superficiales, muy finas, con pigmento parietal e intracelular y tabiques provistos de fíbulas.


Hacia la parte central presenta pequeñas escamillas ocráceas que al microscopio exhiben una estructura típicamente filamentosa, razón por la cual este velo tiene gran consistencia y permanece en forma de escamillas sobre la superficie.


Las hifas que forman este velo general son muy finas, algunas incluso digitadas, con pigmento intracelular ocráceo, muy entremezcladas entre sí y muy sueltas, aunque no gelificadas y con fíbulas en los tabiques.