Yesquero sin interés culinario que forma numerosos sombreros pequeños, muy zonados, con bandas de diversos colores y poros redondeados o angulosos.
Lo que mejor caracteriza en general a todos los “yesqueros” es la consistencia de su carne, leñosa y coriácea cuando es más fina, muy resistente a la rotura y en general de carácter perenne.
Esta particularidad es debido a al tipo de hifas que forman estos hongos. A diferencia de la mayoría de las típicas setas carnosas en vez de estar formadas por un solo tipo de hifas, estos carpóforos están constituidos por tres tipos diferentes de hifas, es lo que se llama una “trama trimítica”
Vista en detalle se aprecian una hifas alargadas, muy poco ramificadas, de paredes muy gruesas y prácticamente sin tabiques, son las hifas esqueléticas que son las que la dan la consistencia a la seta.
Junta a estas y mucho mejor si las vemos teñidas con rojo congo, nos encontramos con otro tipo de hifas, las hifas conectivas, que son muy ramificadas, más finas y también de paredes muy gruesas. Estas se entrelazan con las anteriores y son las responsables de su resistencia a la rotura, tenacidad.
La superficie del sombrero es muy característica de aspecto afelpado y con bandas concéntricas de diversas coloraciones.
Una sección al microscopio de la superficie nos pone de manifiesto que de la carne muy compacta y formada fundamentalmente por hifas esqueléticas y conectivas surgen hifas esqueléticas incoloras y muy erectas que son las responsables de su tacto afelpado.
Estas hifas son incoloras, de paredes muy gruesas, la mayor parte muertas y con el tiempo suelen colonizarse de algas y éstas les confiere al sombrero una coloración verdosa.
Vistas con rojo congo se ve que estas hifas esqueléticas son prácticamente huecas y con una gruesa pared, más o menos equivalentes a los vasos leñosos de las plantas superiores y de ahí que den lugar a unas setas como madera.
Por la parte baja presenta orificios que perforan la carne de la seta, corresponde al himenio en donde se forman las esporas.
En las paredes internas de estos tubos encontramos el tercer tipo de hifas , las hifas generativas o fundamentales que son las únicas que producen basidios y esporas.
En las terminaciones de estas hifas generativas se producen los basidiolos y los basidios productores de esporas que se reconocen por los pequeños cuernecillos, esterigmatos, generalmente en número de cuatro sobre los que producen las esporas.
Por último lo más importante de una seta son sin duda sus simientes o esporas que se producen en grandes cantidades.
Las esporas son diminutas, alargadas, de paredes lisas e incoloras y son arrastradas por el viento y el agua a grandes distancias.
