Una de las galampernas más grandes de Navarra, con sombrero que alcanza más 20 cm de diámetro, pie potente con superficie manchada de escamas marrones, anillo móvil y carne blanca que enrojece muy ligeramente al partir. VER DESCRIPCIÓN COMPLETA
El himenio se dispone debajo del sombrero en láminas y lamélulas muy finas y apretadas, blandas y anchas, blancas y libres del pie, con la edad se pueden manchar de pardusco.
Una pequeña muestra de la superficie de las caras de las láminas aparece formada por elementos en forma de cachiporra, con base estrecha y fuertemente ensanchados en la extremidad, son los elementos fértiles, los basidiolos y basidios.
Los basidiolos en la madurez se convierten en basidios y producen gran cantidad de esporas incoloras al microscopio y blancas en masa sobre cuatro pequeñas prolongaciones, los esterigmatos.
Las esporas se tiñen bien con rojo congo, son elipsoidales y muy grandes, de paredes lisas y con una o numerosas vacuolas en su interior, con pequeño poro germinativo en un extremo de igualmente un pequeño apículo poco evidente en el otro por donde se sujetaban al basidio.
Sin embargo como es frecuente en muchos carpóforos los bordes o aristas de las láminas sulen presentar poco o ningún basidio y en este caso están cubiertos por elementos, estériles, cistidios claviformes o piriformes de hasta 15 a 20 micras de diámetro.
Superficie del sombrero al principio marrón y lisa, pero en cuanto el sombrero se abre se desgarra en escamas fibrosas a partir del margen.
Una sección transversal de la parte superior del sombrero permite diferenciar la trama de la carne blanca, en la parte inferior de la foto, y la superficie o cutícula con hifas pigmentadas de marrón y que son las que dan color al sombrero y a las escamas.
La cutícula del sombrero es filamentosa como la carne pero formada por hifas menos entremezcladas y más paralelas y pigmentadas.
Las hifas de la cutícula presentan unas terminaciones elevadas, cilíndricas y redondeadas en la extremidad, tabicadas y sin fíbulas, con paredes ligeramente incrustadas de pigmento marrón que da color a la superficie de las escamillas.
En su interior la carne del sombrero presenta una típica estructura filamentosa con hifas más finas que las de la superficie y por eso que separan y se escaman, e incoloras.
Hifas entremezcladas de la trama de la carne que dan lugar a una carne blanca, compacta y esponjosa.
Superficie del pie típicamente desgarrada en escamas marrones, similares a las del sombrero, pero obviamente mucho más pequeñas.
La superficie del pie de forma análoga a la del sombrero presenta una estructura filamentosa, pero en este caso con hifas netamente paralelas, más compactadas y blancas en la trama y más entremezcladas, gruesas y pigmentadas en la superficie que por ese se cuartea en escamillas.
El interior o trama del pie está formado por hifas muy finas, paralelas y apretadas para dar sostenimiento a todo el carpóforo.
Hifas del pie, tabicadas y sin fíbulas.
Sin embargo las hifas que forman la superficie del pie son más gruesas, más entremezcladas para darle más estructura y aislamiento y provistas de pigmento marrón.
En detalle vemos las terminaciones de las hifas superficiales con paredes muy débilmente incrustadas con pigmento marrón.