La
más peligrosa de las galampernas, característica por su sombrero con escamas
concéntricas de coloración marrón vinosa o encarnada y su pie provisto de
anillo o banda anular y escamillas igualmente marrones en sus 2/3 inferiores.
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El
himenio se dispone bajo el sombrero en forma de láminas y lamélulas
medianamente espaciadas, libres del pie, blancas o un poco cremas y en la vejez
le aparecen manchas rosadas, con la arista muy delicadamente pulverulentas
observadas con lupa.
Las
aristas de las láminas aparecen completamente tapizadas de cistidios de arista
o queilocistidios en forma de cachiporra o clava, ventrudos o claviformes.
Estas
estructuras no producen esporas y se separan con facilidad y por eso la arista
de las láminas aparece ligeramente pulverulenta o como aserrada.
Sin
embargo las hifas que terminan en la superficie de las láminas, las caras, dan
lugar a estructuras fértiles, basidiolos y basidios, que forman como un
embaldosado uniforme.
Los
basidiolos en forma de cachiporra con la extremidad redondeada en la madurez se
convierten en basidios poco más grandes y con cuatro pequeños pedúnculos en
cuya extremidad se van formando las esporas.
Se
producen gran cantidad de esporas incoloras y muy ligeramente rosadas en rojo
congo, poco congófilas.
Esporas
elipsoidales, de paredes lisas y provistas de un pequeño saliente lateral, el
apículo, por donde se unían al basidio, con pequeñas vacuolas de sustancia de
reserva en su interior.
Observadas
en Melzer que contiene yodo toman una intensa coloración púrpura, dextrinoides.
Son
fuertemente cianófilas, tanto las paredes como el citoplasma celular se tiñen
intensamente de azul con el azul cotón.
Superficie
del sombrero marrón rojiza o marrón rosada, pero con claros tintes encarnados o
vinosos, desde los primeros momentos se desgarra en escamas más amplias y
claramente concéntricas en los bordes y más pequeñas hacia el centro, entre las
que se aprecia la carne blanca o un poco rosada.
Una
sección de la capa superficial del sombrero en la zona central menos desgarrada
muestra una capa superficial, en la parte inferior de la foto, con hifas algo
más pigmentadas y responsables de la coloración rosada del sombrero, muy
deshilachada, con muchas terminaciones emergentes de diferente longitud y
claramente diferenciada de la trama o carne, en la parte superior.
La
trama o carne del sombrero está constituida por hifas entremezcladas pero
dispuestas casi paralelas a la superficie del sombrero que hacia la superficie
(parte baja) se van haciendo más finas y sobre todo más pigmentadas.
Detalle
de las hifas de la trama de la carne, más o menos paralelas, con abultamientos
o fíbulas en los tabiques y muy apretadas para dar consistencia al sombrero.
Sin
embargo en la superficie del sombrero las hifas dan lugar a una cutícula
himeniforme formada por una capa de hifas con terminaciones fusiformes o en
forma de cachiporra, con pigmento intracelular ocráceo y entre ellas sobresalen
largos pelos lanceolados.
Estos
largos pelos terminados en punta presentan pocos tabiques, están igualmente
pigmentados de ocráceo y se pueden agrupar dando lugar a finas escamillas
fibrosas que se aprecian a simple vista.
La
parte baja de estos pelos es más estrecha y sinuosa y se confunde con las otras
terminaciones más cortas.
La
mayor parte de la superficie del sombrero rosada y de aspecto afelpado lo
constituyen terminaciones de hifas en forma de cachiporra, cilíndricos o
irregularmente sinuosos que forman un tapiz entre los largos pelos.
Superficie
del pie recubierta por restos fibrilosos que pueden dar lugar a un anillo o
banda anular en el tercio superior y diversos restos escamosos o algodonosos en
los 2/3 inferiores de la misma coloración del sombrero.
Una sección transversal del pie a lo largo en la zona
fibrilosa muestra una estructura regular típica de los pies de las setas,
formada por hifas finas, paralelas y muy apretadas para darle consistencia y
cierta flexibilidad y apreciamos que las hifas más superficiales, en la parte
baja de la foto, están más pigmentadas y se agrupan en ramilletes que dan lugar
a las escamillas que vemos a simple vista.
La trama o carne del pie, relativamente consistente y
fibrosa, está constituida por hifas paralelas y muy apretadas, no pigmentadas y
con tabiques provistos de fíbulas como se aprecia en la parte superior de la
foto.
Las hifas de la superficie del pie están más pigmentadas y se
sueltan en forma de ramilletes o cordones formando las escamillas o bandas
típicas de los 2/3 inferiores.