Sarcoscypha jurana (Boud.)Baral

Seta muy llamativa por su colorido escarlata y forma de copa u olla, que desarrolla en invierno sobre ramas de avellano, tilo u otras especies en sotos fluviales. Para su diferenciación con la más común S. coccinea se requiere el uso del microscopio para comprobar las esporas. VER DESCRIPCIÓN COMPLETA
El himenio o superficie fértil comprende toda la superficie interna del apotecio, completamente lisa y de un llamativo color rojo escarlata.
En una sección transversal de la capa superficial o himenial se aprecia la superficie interna o himenial está constituida por una empalizada de ascas y parafisos dispuestos perpendicularmente a la superficie que resaltan por su colorido rojizo y disposición sobre la carne interna o excípulo interno.
Toda la superficie rojiza superior o interna del apotecio está constituida por una multitud de ascas y parafisos.
Las ascas son largas y cilíndricas, de hasta 16 micras de diámetro y con extremidad redondeada que no azulea con el Melzer, no amiloide.
En su interior se forman ocho esporas alineadas y uniseriadas que en la madurez salen por la apertura del asca en su parte superior.


Las esporas son elipsoidales pero con los extremos en gran número de ellas truncado o incluso un poco hendido, con paredes lisas y con dos gruesas vacuolas en ambos extremos rodeadas de otras muchas pequeñas que parecen espuma.
Tanto las ascas como las ascosporas se tienen intensamente con el rojo congo que permite ver perfectamente las vacuolas del interior de las esporas así como la sustancia mucilaginosa que existe en el interior de las ascas entre las esporas.
Entre las ascas aparecen numerosos parafisos muy finos, ramificados en la base y ensanchados en la extremidad, con pigmento rojizo dispuesto en gránulos internos y responsables del intenso color rojo escarlata del himenio del apotecio y que se tornan verde oscuro con el yodo del Melzer, amiloide.
Un pequeño grupo de parafisos con la extremidad ligeramente ensanchada y con los gránulos de pigmento rojizo.
El apotecio es membranoso y presenta un grosor de hasta 2 mm de una carne blanca en sección y bastante consistente.
Toda la carne o excípulo interno del apotecio está constituida por hifas filamentosas fuertemente entrelazadas, incoloras en el interior y progresivamente más pigmentadas por debajo de las ascas.
Esta estructura filamentosa y entrelazada del excípulo de esta seta hace que estos apotecios sean bastante consistentes para una estructura tan membranosa y amplia.
En realidad la mayor parte del apotecio está constituido por hifas filamentosas, ramificadas y entrelazadas, poco tabicadas y con tabiques desprovistos de fíbulas. Incoloras salvo debajo del himenio.
La superficie externa o excípulo externo es muy blanca, villosa o afelpada y surcada hacia el borde.
Sección transversal de la capa más externa del apotecio o excípulo externo donde se aprecia una diferente disposición y estructura de las hifas más superficiales.
Las hifas que forman la capa externa o excípulo externo presentan una disposición más perpendicular a la superficie que entremezclada como son las que forman el excípulo interno por lo que forman una capa perfectamente diferenciada.
Detalle de las hifas del excípulo externo, perpendiculares a la superficie y más o menos paralelas.
Observadas con rojo congo también se aprecian que las hifas son más gruesas y con células más cortas, una estructura casi himeniforme.
Entre las hifas gruesas emergen otras hifas filamentosas cuya función sería retener humedad ambiental y que son las que le confieren a la superficie externa a simple vista un aspecto afelpado o villoso.

Las hifas que forman la vellosidad de la superficie externa del apotecio son filamentosas, de paredes bastante gruesas, con tabiques muy dispersos desprovistos de fíbulas y no muy compactadas por lo que forman una superficie casi algodonosa que retiene humedad ambiental.