Típico coprino de excrementos con sombrero muy pequeño, de menos de 1 cm de diámetro muy surcado radialmente y recubierto de una fina pulverulencia que procede del velo general. VER DESCRIPCIÓN COMPLETA
Bajo el sombrero presenta de 17 a 22 láminas libres del pie, estrechas, blancas y enseguida se licúan y se vuelven negras.
Basidios con una base estrecha que se ensancha bruscamente en una extremidad cilíndrica o claviforme que termina en cuatro esterigmatos.
De manera dispersa y más abundante en
el borde o arista presenta gruesos cistidios oblongos o elipsoidales.
En todas las láminas se producen grandes cantidades de esporas marrones oscuras al microscopio, pero negras en masa.
Las esporas son elipsoidales, de paredes lisas, apuntadas por uno de los extremos donde presenta el apículo por donde se sujetaban al basidio y con un pequeño poro germinativo central en el otro extremo.
Superficie del sombrero muy
tempranamente profundamente surcada radialmente a nivel de las láminas y
recubierta de una fina pulverulencia blanca restos del velo general.
Cutícula del sombrero himeniforme, formada por gruesas hifas con células relativamente cortas con tabiques desprovistos de fíbulas.
Por encima el velo general formado por hifas filamentosas finas con tabiques desprovistos de fíbulas intercaladas por células esféricas o globulosas con paredes lisas o muy débilmente verrugosas que se desgarran en diminutas escamillas pulverulentas.
Superficie del pie blanquecina y lisa
aparentemente aunque muy delicadamente pulverulenta a la lupa.
La estructura del pie es muy diferente a la del sombrero, formada por hifas finas dispuestas de manera longitudinal y muy compactadas lo que le da cierta consistencia.
Las hifas más superficiales dan lugar
a terminaciones alargadas emergentes en forma de pelos, con extremidad
redondeada o apuntada y ligeramente estranguladas en los tabiques.