La más pequeña de las estrellas de tierra, característica por su poro de salida de esporas perfectamente delimitado, estriado-surcado y elevado. Sin interés culinario.
Lo más característico de esta estrella de tierra, además de su pequeño tamaño es el poro o peristoma por donde salen las esporas, delimitado, surcado y elevado.
En su interior se producen gran cantidad de esporas formando una masa pulverulenta entre filamentos de capillicio que salen por el peristoma cuando algo golpea el carpóforo
Las esporas son marrones, esféricas y provistas de fuerte verrugas que se dispersan muy fácilmente por el agua o aire.
En cuanto al capillicio está constituido por un conjunto de filamentos, muy poco ramificados, de paredes gruesas y débilmente incrustadas en algunos lugares.
El carpóforo inicialmente es una bola pero muy tempranamente la cubierta externa, peridio externo, de aspecto apergaminado, se despega, se abre en estrella y al final se descompone.
Un estudio de su estructura nos muestra que está formado por hifas con células todas globulosas lo que explica su aspecto uniforme y apergaminado.
Estas hifas globulosas se hidratan y rehidratan fácilmente y eso explica su apertura en estrella y su rápida descomposición.
Sin embargo la cubierta interna es mucho más consistente y casi coriácea, con aspecto menos brillante y más mate.
Una pequeña porción de esta membrana muestra una estructura completamente diferente a la cubierta o peridio externo, completamente filamentosa, de ahí que ambas capas se separen tan fácilmente en la madurez.
Está constituida completamente por una maraña de filamentos entremezclados, gruesos, de fuertes paredes y carentes de tabiques, absolutamente similares a los filamentos del capillicio puesto que proceden de este peridio interno.