Típica
setita de excrementos con sombrero viscoso, marrón claro, y láminas marrones al
principio y purpúreas en la madurez que producen esporas elipsoidales de gran
tamaño, superiores a las 14 micras. VER DESCRIPCIÓN COMPLETA.
Bajo
el sombrero presenta láminas bastante anchas y espaciadas, adnatas o
subdecurrentes, al principio ocráceas claras y en la madurez purpúreas por las
esporas.
En
una sección transversal de una lámina observada en potasa no se observan
gloeocistidios con contenido diferenciado y el interior o trama está formado
por hifas más o menos paralelas, estructura regular.
El
interior o trama de las láminas está formado por hifas filamentosas de diversos
grosores con fíbulas en los tabiques de separación que se aprecian mejor cuando
los observamos en rojo congo.
Toda
la superficie de las láminas está formada por basidios y basidiolos que son las
terminaciones de las hifas fértiles de la trama, cilíndricos o un poco
ventrudos y los basidios terminados en cuatro finos pedúnculos o esterigmatos
en cuya extremidad se forman las esporas.
Aunque
los basidios y todas las hifas son incoloras las esporas destacan por su fuerte
pigmentación.
Las
esporas que se producen en grandes cantidades observadas en agua presentan una
coloración violácea o púrpura que tiñe las láminas y la parte alta del pie en
la madurez.
Las
esporas son elipsoidales y muy grandes, de más de 14 micras de largo, provistas
en uno de los extremos de un poro germinativo central ligeramente prominente e
incoloro y en el otro extremo un pequeño saliente, casi imperceptible, el
apículo, por donde se sujetaban al basidio.
Sin
embargo el borde o arista de las láminas no produce esporas sino que está
recubierto de estructuras estériles, cistidios de arista o queilocistidios cuya
función sería facilitar la dispersión de las esporas.
Los
cistidios de las arista presentan una base bulbosa o ventruda que se prolonga
en un largo cuello estrecho, lageniformes.
Desmenuzando
una pequeña porción de la arista de una lámina reconocemos perfectamente la
morfología de estos cistidios y el fuerte contraste con las hifas subyacentes.
Superficie del sombrero, lisa y muy viscosa,
de coloración higrófana, marrón oscura en húmedo y marrón ocrácea o color
arcilla en seco, no estriado en los bordes aunque puede presentar líneas
radiales por transparencia de las láminas en estado muy húmedo.
En una sección transversal de la capa
superficial del sombrero se aprecia un fuerte contraste entre las hifas de la
carne o trama, en la parte baja de la foto, muy gruesas, y las de la cutícula o
las superficiales, en la parte superior de la foto, mucho más finas y
pigmentadas. Este contraste es lo que provoca la higrofaneidad o cambia de
color por desecación.
La carne subcuticular está formada por hifas
gruesas y pigmentadas, fuertemente entrelazadas lo que le da consistencia al
sombrero.
Detalle de las hifas de la carne, en agua y
en rojo congo, ligeramente estranguladas en los tabiques, en donde la mayor
parte no presentan abultamientos o fíbulas.
La cutícula
o capa superficial del sombrero es filamentosa, formada por hifas mucho más
finas que las de la carne más interna, muy entrelazadas, más pigmentadas y las
más externas inmersas en una masa mucosa, gelificadas.
Las
hifas más externas son menos pigmentadas y segregan una sustancia mucosa que
absorbe agua y mantiene húmedo el sombrero dándole esta textura viscosa.
Son
hifas muy finas y entremezcladas, con tabiques desprovistos de fíbulas.
Superficie del pie ocrácea clara o crema que
no azulea ni enverdece en la base y recubierta de fibrillas blancas que en la
madurez se tiñen de púrpura por las esporas.
A diferencia de la carne del sombrero el pie
está formado por hifas paralelas y muy regularmente dispuestas, también
cargadas de pigmento ocráceo.
Las hifas del interior o trama del pie son
bastante gruesas, poco estranguladas en los tabiques y muy apretadas lo que da
consistencia al pie y permite sostener el sombrero.
Sin embargo las hifas de la superficie son
más finas lo que confiere una mayor impermeabilidad y algunas con abultamientos
o fíbulas en los tabiques de separación.
Hifas subcuticulares del pie, claramente más
gruesas que las superficiales.