Apotecios en
forma de pequeños discos o platos de hasta 10 (15) mm de diámetro, anaranjados
o rojizos con los bordes aparentemente lisos pero muy sutilmente ciliados si se
observan con lupa. VER DESCRIPCIÓN COMPLETA.
La
superficie himenial está constituida por un tapiz de ascas y parafisos con
contenido rojizo que son los responsables de la coloración del apotecio.
Las
ascas son cilíndricas y en su interior se desarrollan ocho esporas alineadas
que salen por el extremo superior mediante la apertura de un opérculo.
Esporas
elipsoidales y redondeadas por ambos extremos con pares fuertemente verrugosas.
Observadas
en azul cotón destacan mejor las verrugas pequeñas, aisladas o solo unidas por
pares y no forman crestas ni retículos.
Entre
las ascas sobresalen numerosos parafisos filiformes, flexuosos, no septados
salvo en la base y muchos de ellos
bruscamente ensanchados en la extremidad en cabeza, capitados.
Contienen
gran cantidad de pigmento anaranjado que da color al apotecio y que se tiñe
fuertemente con el azul coton.
La superficie externa o inferior del apotecio es lisa y de la misma coloración o poco más clara, mientras que el borde, aparentemente liso, a la lupa presenta una fina pilosidad muy poco coloreada.
La
superficie inferior o excípulo está formada por hifas gruesas con células
elipsoidales o cilíndricas, ligeramente estranguladas en los tabiques, tipo
himeniforme, sin pigmentos.
Del
interior del excípulo en los bordes del apotecio surgen pelos rígidos, rectos,
de 118 a 121 micras de largo, de paredes gruesas, con uno a tres tabiques
transversales, con la extremidad aguda o redondeada.
Aunque
la mayor parte de los pelos presentan una base simple algunos presentan una
base bifurcada y ensanchada, enraizante en el excípulo.